Si eres un amante de la cocina mexicana, seguramente ya has oído hablar de la combinación perfecta para moler tus especias: el molcajete y el tejolote. Estos dos utensilios tradicionales de la cocina mexicana son indispensables para cualquier buena preparación, ya que te permiten moler y mezclar tus especias con la mano, para obtener un sabor y aroma únicos en tus platillos. En este artículo te hablaré un poco más sobre el molcajete y el tejolote, su historia, uso y mantenimiento, para que puedas sacarles todo el provecho posible en tus recetas.
El molcajete es un recipiente de piedra volcánica, en forma de tazón, que se utiliza para moler ingredientes, como especias, chiles, semillas y hierbas. El tejolote es un utensilio de piedra que se utiliza para moler en el molcajete, su forma es similar a un rodillo pequeño, y se adapta a la mano del usuario para facilitar la tarea de moler.
La historia del molcajete y tejolote se remonta a la época prehispánica de México, donde eran utilizados para moler maíz, chiles y otras especias, para preparar la comida diaria de las culturas prehispánicas. Con el paso del tiempo se fue adaptando su uso para la preparación de diferentes platillos, y en la actualidad se han convertido en un símbolo de la tradición culinaria de México.
Ahora bien, para utilizar correctamente el molcajete y el tejolote es importante seguir algunos consejos básicos para obtener los mejores resultados y sacarles todo el provecho posible.
Lo primero que debemos hacer es prevenir que nuestro molcajete tenga tierra o polvo impregnado en él y en el tejolote. Para limpiarlo, lava el molcajete y el tejolote con agua caliente sin utilizar jabón, si hubiera tierra o polvo incrustado, utiliza una esponja suave con agua caliente. Después, deja secar al aire libre.
Cuando ya seco, puedes continuar con la preparación de tus especias. Para moler en el molcajete debes colocar los ingredientes que deseas moler en el centro del molcajete, asegurándote que no sobrepase los bordes ya que al moler, los ingredientes saldrán del molcajete.
Luego, con el tejolote en tus manos, debes presionar y frotar los ingredientes contra las paredes del molcajete con movimientos de círculos y golpes suaves, repitiendo este proceso hasta que los ingredientes estén molidos a tu gusto. La piedra volcánica del molcajete es porosa, por lo que es importante no utilizar productos químicos o detergentes que puedan dejar residuos tóxicos en su superficie, será preferible usar una piedra de las mismas características para reforzar la calidad en el uso.
Recuerda que el molcajete y el tejolote no deben ser guardados en armarios o lugares cerrados ya que deben estar siempre ventilados. Si se guardan en lugares oscuros, puede favorecer su enmohecimiento. Después de usarlos, lávalos como lo hemos descrito antes, y deja que se sequen al aire libre antes de volver a utilizarlos. Es importante que los guardes en un lugar donde tengan ventilación para evitar la humedad y el moho.
Además del uso tradicional para moler especias, el molcajete está ganando popularidad en el mundo culinario por su capacidad para preparar salsas y guacamoles, ya que fusiona los ingredientes de una manera única. Como consejo, te recomendamos que utilices el molcajete y el tejolote para preparar salsas y guacamoles con un alto contenido de grasas, ya que la porosidad de la piedra evita la pegajosidad que los plásticos o acero inoxidable pueden suministrar.
En conclusión, el molcajete y el tejolote son utensilios imprescindibles para cualquier amante de la cocina mexicana. Su historia, uso y mantenimiento hacen de ellos un patrimonio cultural que los hace más interesantes. Con estos tips que aquí te hemos dado, podrás disfrutar de la verdadera experiencia culinaria al preparar tus especias y salsas con los sabores más auténticos alrededor del mundo.
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